sábado, 10 de diciembre de 2011

Locked hearts

En la noche que me cubre, tenebrosa como el abismo de polo a polo, doy gracias a cuales quiera que sean los dioses, por mi alma inconquistable. Al caer en la trampa de las circunstancias, no he gemido ni he gritado. Bajo los golpes de suerte tengo la cabeza hecha un desastre, pero bien en alto. Más allá de este lugar de dolor y lágrimas, se avecina el horror de la sombra y la amenaza de los años vividos me encuentra. Y me encontrará sin temor. No importa cuan estrecho sea el portal, o cuan cargado esté de castigos... Yo soy el amo de mi destino, yo soy el capitán de mi alma.

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